martes, 14 de enero de 2014

Lo más difícil a menudo es lo más fácil. ¿Por que nos cuesta tanto tomar decisiones?

Hasta la más insignificante de las decisiones a menudo nos perturba ¿por que le tenemos temor a cualquier atisbo de cambio? De hecho, las situaciones más estrésantes y desestabilizadoras son aquellas que implican decisión y cambio, casa, pareja, coche, trabajo, ... Sin embargo, el decidir no cambiar también lleva implícita una decisión aunque no siempre se asocia a la coherencia. Si decidimos cambiar o quedarnos igual esto también es una decisión para debemos también asumirla con todas las consecuencias y sabiendo que es la decisión que queremos tomar.


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